
En abril, 20.109 vehículos particulares argentinos ingresaron a Chile a través del paso fronterizo Los Libertadores, el más cercano a Santiago. Esta cifra contrasta significativamente con los 8.617 vehículos registrados en la misma fecha del año pasado, según datos del Servicio Nacional de Aduanas de Chile. En promedio, los trasandinos esperaron ocho horas para cruzar la frontera durante el feriado de Semana Santa. Este fenómeno recuerda a lo ocurrido en 2016, cuando miles de argentinos viajaron a Chile en busca de mejores precios. El año pasado, en cambio, eran los chilenos quienes cruzaban Los Andes para comprar mercadería en Argentina debido a la gran diferencia de precios.
Sin embargo, en los últimos meses Argentina se ha encarecido en dólares. En diciembre, al asumir el poder, Javier Milei devaluó el peso un 54% respecto al dólar. Esta medida redujo drásticamente la brecha entre la cotización oficial y el precio del mercado informal. En diciembre, la inflación fue del 25% y en lo que va de 2024, los precios han aumentado otro 65%. A pesar de esto, el peso se ha mantenido relativamente estable, con una depreciación de solo el 5%. El 10 de diciembre, cuando asumió Milei, un dólar se cambiaba por 990 pesos en las calles de Buenos Aires; a principios de mayo, la divisa estadounidense valía 1040 pesos. Esto ha provocado que el precio de cualquier bien en dólares casi se duplicara tanto en pesos como en dólares, haciendo que Argentina dejara de ser un país barato para los extranjeros.
Esta semana, sin embargo, la tendencia ha comenzado a cambiar. En solo dos días, la moneda argentina se devaluó más de un 10%, y este martes, por cada dólar se pedían 1.200 pesos, según Mar Centenera.
En este contexto, comprar en Chile resulta muy conveniente para los argentinos. “Si bien las políticas económicas han permitido contener la velocidad de la inflación y que nuevamente se registren tasas de variación intermensual cada vez más acotadas, el hecho real para la gente de a pie es que en Argentina los precios de bienes y servicios son muchísimo más costosos de lo que se veía hace un año atrás”, comenta a EL PAÍS Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales.