Con 215 víctimas mortales, el huracán Helene se convierte en el desastre natural más letal en los Estados Unidos desde el huracán Katrina en 2005. En su visita a las zonas afectadas, el presidente Joe Biden pidió que la política partidista no interfiera en la recuperación.

El huracán Helene ha dejado una estela de devastación y pérdida en el sureste de Estados Unidos, afectando principalmente a Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur. Con un balance de 215 fallecidos, esta tormenta se ha convertido en la más mortífera en el territorio continental estadounidense en casi dos décadas. A pesar de la gravedad de la situación, la tragedia ha sido utilizada como un foco de confrontación política en plena campaña presidencial.

Biden visita las zonas afectadas y rechaza la politización de la crisis

Este jueves, el presidente Joe Biden recorrió las zonas devastadas en Florida y Georgia, dos estados liderados por gobernadores republicanos. En su mensaje, el mandatario llamó a superar las divisiones políticas y centrarse en la recuperación de las comunidades afectadas. «Es momento de dejar la política a un lado», expresó Biden, destacando su compromiso de actuar como presidente de todo el país.

Durante su visita a Keaton Beach (Florida), una de las áreas más golpeadas por el temporal, Biden estuvo acompañado por el senador republicano Rick Scott, aunque no se reunió con el gobernador Ron DeSantis, conocido rival político. Posteriormente, en Valdosta (Georgia), Biden recordó que la prioridad es brindar ayuda a las personas afectadas, sin importar el color político de sus comunidades.

«No se trata de un Estado contra otro, somos los Estados Unidos de América«, afirmó Biden, insistiendo en que la unidad nacional es clave en momentos como este.

Respuesta a los ataques de Trump

El huracán Helene también ha desatado un enfrentamiento verbal entre Biden y el expresidente Donald Trump, quien aprovechó la situación para lanzar acusaciones contra el Gobierno federal. Trump afirmó que Biden había estado «durmiendo» durante lo peor de la crisis y acusó a los demócratas de no ayudar a zonas con votantes republicanos. Sin embargo, estas declaraciones fueron desmentidas por los propios gobernadores y alcaldes republicanos, quienes confirmaron que la respuesta federal ha sido adecuada.

Biden respondió directamente a las acusaciones, calificando las afirmaciones de Trump como mentiras y lamentando que se intente sacar rédito político del desastre. “Tenemos que acabar con este partidismo rabioso. No tiene razón de ser”, sentenció el presidente.

Compromiso con la recuperación

Biden reafirmó que el Gobierno federal se quedará en las zonas afectadas hasta que la normalidad se restablezca. En su visita a la granja de Shiloh Pecan en Georgia, devastada por el huracán, aseguró que el trabajo del Gobierno es ayudar a tantas personas como sea posible, sin distinción de afiliación política. «Os veo, os oigo y estoy con vosotros», prometió a los afectados.


Un desastre con impacto político y humano

El huracán Helene ha dejado no solo devastación humana y material, sino también un tenso ambiente político a menos de un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Mientras Biden busca proyectar un mensaje de unidad y liderazgo, el uso del desastre por parte de Trump ha generado rechazo incluso dentro de las filas republicanas.

El desafío ahora será mantener el enfoque en la recuperación y evitar que el partidismo distraiga los esfuerzos por ayudar a las comunidades afectadas, en un momento en que la cooperación entre los distintos niveles de gobierno es más necesaria que nunca.