El café premium de Panamá se ha ganado un lugar destacado en el ámbito internacional, especialmente gracias a su codiciada variedad Geisha. Este grano excepcional ha alcanzado precios récord durante subastas especializadas, donde algunos lotes incluso superan los 10,000 dólares por kilogramo. Rachel Peterson, del marketing de Hacienda La Esmeralda, explica que la oferta de café panameño es limitada, lo que le permite mantenerse al margen de las fluctuaciones del mercado global. Mientras el precio estándar del café roza los 4 dólares por libra, el café de lujo de Panamá se vende a precios que reflejan su calidad superior. Este fenómeno ha posicionado al café panameño como un producto exclusivo, apreciado por conocedores y amantes del café a nivel global, lo que a su vez impulsa la reputación de toda la industria cafetera del país.

Sin embargo, a pesar del éxito del café Geisha, muchos cultivadores en Panamá se ven afectados por problemas climáticos que amenazan sus cultivos. Las recientes condiciones meteorológicas han alterado significativamente el ciclo de producción, y las lluvias extremas durante períodos normalmente secos han afectado la floración y la fructificación de las plantas. Ricardo Koyner, presidente de la Asociación de Café Especial de Panamá, señala que estas irregularidades climáticas aumentan la incidencia de enfermedades fúngicas y plagas, lo que complica aún más la tarea de los caficultores. Esta situación ha llevado a una disminución en la producción de café en el país, pasando de 400,000 quintales a solo 120,000-140,000 quintales en la última década, lo que evidencian los desafíos que enfrentan los pequeños productores.

La exclusividad del Geisha es clave para su éxito en el mercado. Esta variedad se cultiva en condiciones específicas que no se encuentran en muchos otros lugares, lo que justifica sus precios elevados en subastas como la Mejor de Panamá. En 2024, el productor Wilford Lamastus alcanzó un impactante precio de 10,013 dólares por kilogramo en una subasta, marcando un nuevo récord para la variedad. Lamastus destacó que el éxito del Geisha no solo beneficia a los productores de esta variedad, sino que también eleva la visibilidad de otros cafés panameños, facilitando su venta en mercados internacionales. Sin embargo, la producción de café premium requiere un esfuerzo considerable, y muchos agricultores dependen de un trabajo meticuloso para garantizar que solo se cosechen las cerezas más maduras, lo que se traduce en mejores rendimientos y condiciones laborales dignas.

A medida que el mundo del café premium continúa creciendo en Panamá, también se están implementando prácticas de cultivo sostenible en otras regiones del país. Un ejemplo es la Finca Lidu en Capira, donde Liduvina Rivera ha maximizado la producción de café Robusta mediante técnicas ecológicas en condiciones de menor altitud. Este enfoque no solo ha incrementado el rendimiento de los agricultores, sino que también promueve la preservación del medio ambiente. Al cultivar café a la sombra de árboles, se protege la biodiversidad y se contribuye a la conservación de las fuentes de agua en el área. Esta transición hacia un cultivo más sostenible resalta la importancia de la diversificación y la adaptabilidad en la industria cafetera panameña, especialmente frente a los desafíos que plantea el cambio climático.

El futuro del café panameño es incierto pero prometedor, con un balance constante entre calidad y sostenibilidad en un contexto de cambios climáticos. Los cultivos premium están cada vez más desvinculados de los precios volátiles del mercado global, mientras que las fincas más pequeñas se concentran en la producción ecológica y responsable. Sin embargo, la reducción en el número de productores de café plantea serios desafíos para la continuidad de la industria. Los caficultores están en una encrucijada y deben adaptarse mediante la innovación en técnicas agrícolas y el desarrollo de estrategias más resilientes. La marca «café panameño» sigue recibiendo atención internacional, lo que les brinda una oportunidad para mantener altos estándares de calidad y fortalecer su presencia en un mercado cambiante.