
Durante su intervención en la 88ª Convención Bancaria, Luis de la Calle, economista de renombre y negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ofreció una perspectiva optimista sobre la situación económica de México en medio de las tensiones comerciales con Estados Unidos. De la Calle destacó que, bajo ciertas condiciones, el país puede salir fortalecido a pesar de los desafíos impuestos por la administración de Donald Trump. Afirma que con la implementación de políticas adecuadas, México tiene la oportunidad de mejorar su competitividad en el ámbito global, lo que podría traducirse en un crecimiento significativo para su economía.
El economista enfatizó que a pesar de la cercanía geográfica y la alta interdependencia económica con Estados Unidos, tanto en comercio como en migración, existe un potencial inexplorado en el que México podría capitalizar para atraer inversiones. «El éxito o fracaso de México con respecto a Trump depende en un 90% de lo que haga México, no de lo que haga Trump», subrayó de la Calle, sugiriendo que el momento actual ofrece una oportunidad única para que el país se consolide como líder en industrias claves, tales como la producción industrial y la tecnología.
En el panel, Kimberly Breier, exsecretaria adjunta para asuntos del hemisferio occidental en el Departamento de Estado de EE.UU., coincidió con De la Calle sobre la importancia de México en la relación bilateral, especialmente en cuestiones migratorias. Sin embargo, Breier advirtió que la relación enfrenta retos significativos, resaltando que aunque Trump ha intensificado sus políticas migratorias, las economías de ambos países siguen entrelazadas. «México tiene que hacer el trabajo de atraer inversiones», afirmó, enfatizando que las oportunidades del ‘nearshoring’ dependerán de políticas internas sólidas.
Por otro lado, Rafael Fernández de Castro, académico experto en relaciones internacionales, planteó una visión más cautelosa, advirtiendo sobre la sobreestimación de las oportunidades en un contexto global cambiante. En su intervención, Fernández de Castro recordó que el mundo está transitando hacia una nueva etapa de competencia geopolítica, con China alzándose como rival de EE.UU. Esto, dijo, podría representar un riesgo significativo para México si no ajusta su estrategia de política exterior. «Se está acabando la ‘Pax Americana’, y debemos estar preparados para un entorno más competitivo y menos predecible», concluyó.
En sus conclusiones, Luis de la Calle reitera la necesidad de que México adopte un enfoque proactivo para enfrentar este nuevo paradigma global. Propuestas como la mejora de infraestructura, el desarrollo del talento humano y la garantía del Estado de derecho son esenciales para que el país pueda aprovechar la coyuntura actual. «Es una oportunidad extraordinaria para dar un salto, si sabemos realmente aprovechar», finalizó el economista, insistiendo en que la prosperidad de México no puede estar supeditada a las decisiones de Washington ante un mundo que se torna cada vez más incierto.