
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, extendió este viernes sus felicitaciones al recién elegido papa León XIV, durante una conferencia matutina celebrada en el Palacio Nacional. Sheinbaum resaltó la importancia de que el nuevo líder de la Iglesia católica, el cardenal estadounidense Robert Prevost, considere visitar México, un país con una rica herencia católica. “Lo vamos a invitar para que venga a México, ya habrá oportunidad de hacerlo formalmente”, declaró, enmarcando la invitación en la intención de fortalecer los lazos entre el mandato mexicano y el Vaticano.
En su discurso, Sheinbaum elogió la trayectoria del papa León XIV, destacando su sensibilidad hacia las causas sociales y su fuerte vinculación con los sectores más vulnerables de la sociedad. La presidenta afirmó que «un líder de la Iglesia católica con una orientación por los pobres es algo muy positivo», sugiriendo que esta empatía será crucial para atender las necesidades de aquellos menos favorecidos. Aseguró que la visión de paz y justicia social del nuevo pontífice es un principio que resonará en su papado y que contribuirá a un legado inspirador, similar al del papa Francisco.
La relación entre México y el Vaticano es de suma importancia, enfatizó Sheinbaum, dada la profunda conexión cultural y espiritual que mantiene la población mexicana con la religión católica. Con aproximadamente 111 millones de católicos en el país, la mandataria destacó el papel significativo que tiene el jefe de Estado del Vaticano, no solo como figura política, sino como guía espiritual. «La esperanza es que León XIV continúe trabajando por los más vulnerables y aquellos que han sido históricamente marginados», resumió la presidenta, estableciendo un deseo claro para el nuevo papado.
El papa León XIV, elegido en un cónclave que reunió a 133 cardenales, es el primer pontífice estadounidense y cuenta con una robusta trayectoria en la Curia Romana. Nacido en Chicago en 1955, su paso por el Dicasterio para los Obispos le ha brindado una perspectiva global sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia. La presencia de dos cardenales mexicanos en el cónclave, el arzobispo de Guadalajara y el primado de México, augura una comunicación fluida entre el nuevo papa y la Iglesia católica en México, lo que podría consolidar aún más los vínculos entre ambas entidades.
La llegada de León XIV representa un potencial renovado para el catolicismo en México, donde la última visita papal fue en 2016 con Francisco, dejando un legado de esperanza y justicia. Este nuevo capítulo en la relación México-Vaticano abre la puerta a un enfoque conjunto en desafíos como la pobreza, la defensa del medio ambiente y la construcción de la paz. Si se concreta la invitación a León XIV, la visita no solo será un acontecimiento histórico, sino también una oportunidad para revitalizar el diálogo interreligioso y unir esfuerzos en favor de la sociedad mexicana, marcando un hito en el camino que comparten ambas instituciones.