
La jornada electoral en Ecuador comenzó este domingo con gran expectativa, marcada por la apertura de 4,376 centros de votación a partir de las 7:00 a.m., hora local. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, dio inicio oficialmente a este crucial proceso, que se extenderá hasta las 5:00 p.m., hora en la que se iniciará el escrutinio. Este domingo se convocó a más de 13.7 millones de ciudadanos ecuatorianos a participar en las votaciones, entre los cuales destacan aproximadamente 450,000 votantes en el extranjero. Estos votantes, distribuidos principalmente en Estados Unidos, España e Italia, deberán ajustarse a horarios de votación variados que van desde las 9:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. según el huso horario de cada país.
La contienda electoral se presenta como una nueva pugna entre el actual presidente Daniel Noboa y la abogada correísta Luisa González, quienes ya se enfrentaron en las elecciones extraordinarias de 2023. En aquella ocasión, Noboa se alzó con el 51.83 % de los votos válidos, mientras que González quedó con un 48.17 %, lo que sugiere que en esta segunda vuelta los resultados podrían ser aún más ajustados. La polarización entre ambos candidatos es notable, ya que en la primera vuelta, aunque participaron dieciséis aspirantes, Noboa y González acapararon el 88.16 % de los votos, casi equiparando sus cifras con menos de 16,000 votos de diferencia.
Noboa, a sus 35 años, busca consolidar su presidencia en un escenario complejo. Al ser el presidente más joven de Latinoamérica, su agenda incluye una lucha decidida contra el crimen organizado y la implementación de reformas económicas significativas. Uno de sus anuncios más destacados ha sido la intención de convocar a una Asamblea Constituyente para reformar la actual Constitución, la cual fue aprobada durante el gobierno de Rafael Correa. Este enfoque plantea un escenario de cambio radical en la estructura legal de Ecuador, algo que ha suscitado tanto apoyo como críticas.
Por su parte, Luisa González ha manifestado su deseo de convertirse en la primera mujer presidenta en la historia del país. Su campaña está centrada en recuperar el legado correísta, que ha estado ausente del poder en los últimos ocho años. González promueve políticas progresistas como la atención a las necesidades sociales, algo que ha resonado en un electorado que aspira a cambios significativos en su calidad de vida. Su propuesta no solo busca revertir políticas económicas implementadas por el gobierno de Noboa, sino también restaurar la confianza en el modelo socio económico anterior.
A medida que avanza el día electoral, tanto Noboa como González han instado a sus seguidores a salir a votar, destacando la importancia de participar en un proceso que puede definir el futuro del país. La agencia EFE ha informado que se espera una participación masiva y que los resultados finales podrían no ser claros hasta que se realice el conteo adecuado de los votos. En este contexto político cargado de tensión, la atención de la nación permanece fija en los resultados, que podrían establecer un nuevo rumbo para Ecuador en los próximos años.