En las últimas semanas, la influencia de China en Latinoamérica ha ganado protagonismo tras la gira del presidente Xi Jinping por la región. Durante su visita, el mandatario chino participó en eventos clave como la APEC en Perú y el G20 en Brasil, firmando más de 60 acuerdos con distintos países y reafirmando el compromiso de su país con el multilateralismo. Este despliegue no solo refuerza la presencia económica y política de China en el continente, sino que también plantea desafíos significativos para países como Chile.

La Inauguración del Megapuerto de Chancay

Uno de los momentos más destacados del recorrido de Xi Jinping fue su visita a Perú, donde inauguró el megapuerto de Chancay. Este proyecto, desarrollado en un 60% por la estatal china Cosco Shipping y en un 40% por la peruana Volcan Compañía Minera, busca transformar la logística marítima entre Asia y Sudamérica.

El puerto reducirá el tiempo de transporte entre ambas regiones de 40 a 23 días, generando un ahorro logístico del 20% y aumentando los ingresos peruanos en miles de millones de dólares. Además, se espera que movilice entre el 30% y 40% de la carga nacional destinada a Asia, lo que consolidaría a Perú como un importante hub comercial.

Sin embargo, este avance ha generado inquietudes sobre la soberanía peruana y un posible incremento del control chino en la región, un debate que también afecta a otros países latinoamericanos.

Chile Frente a la Competencia Regional

La creciente inversión china en infraestructura y minería en países vecinos como Perú, Bolivia y Argentina preocupa a sectores estratégicos de Chile. Por ejemplo, el megapuerto de Chancay podría desplazar a los puertos chilenos de San Antonio y Valparaíso en la logística comercial del Pacífico Sur.

Leopoldo Santibáñez, académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, advierte que los puertos chilenos no han crecido al ritmo del comercio internacional, lo que podría relegarlos frente a competidores regionales mejor equipados.

Además, la infraestructura portuaria de Chancay tiene la capacidad de recibir buques de gran tamaño, lo que supone una ventaja estratégica sobre los puertos chilenos. Esto podría afectar la exportación de productos clave como el cobre y otros recursos que actualmente se transportan a través de Chile.

Bolivia y el Litio: Una Nueva Frontera para China

En Bolivia, la estatal china CBC Investment Limited firmó un contrato para desarrollar complejos industriales de extracción directa de litio (EDL) en el Salar de Uyuni. Este acuerdo, que representa una inversión de más de 1.000 millones de dólares, fortalece la posición de China en la industria del litio, un recurso estratégico para la transición energética global.

La influencia de China en Bolivia no solo resalta su interés por el litio, sino que también plantea interrogantes para Chile, país vecino con importantes reservas del mineral. La competencia por dominar el mercado del litio podría intensificarse, con China consolidando su presencia en la región.

Implicancias Geopolíticas en el Cono Sur

El interés de China no se limita al comercio y los recursos minerales. En Argentina, se han reportado acercamientos para potenciar los puertos de la región austral, lo que incluye la infraestructura cercana al Estrecho de Magallanes, una zona estratégica para Chile.

Autoridades chilenas han expresado preocupación por la falta de una visión estratégica que permita aprovechar su ubicación privilegiada como eje logístico y turístico en la Antártica. Además, el interés chino en la región austral argentina podría reavivar tensiones históricas entre Chile y Argentina respecto al control del Estrecho de Magallanes.

Chile entre Dos Potencias

La creciente presencia de China en Latinoamérica también se enmarca en la competencia geopolítica con Estados Unidos. Algunos analistas sugieren que Washington podría reforzar su relación con Chile, especialmente en proyectos como la modernización del puerto de San Antonio, para contrarrestar la influencia de Beijing.

Sin embargo, expertos señalan que tanto China como Estados Unidos ven a la región más como un proveedor de recursos que como un socio estratégico. Este enfoque podría limitar las oportunidades de desarrollo integral para países como Chile, que enfrentan el desafío de posicionarse en un escenario global cada vez más competitivo.

Conclusión
La expansión de China en Latinoamérica representa una oportunidad para el desarrollo económico regional, pero también plantea riesgos geopolíticos y comerciales. Para Chile, el desafío radica en fortalecer su infraestructura y diversificar su comercio, asegurando su relevancia en un entorno marcado por la competencia entre grandes potencias.