El actual gobernador Claudio Orrego, apoyado por el oficialismo, y Francisco Orrego, candidato de Renovación Nacional (RN), definirán en segunda vuelta quién liderará la región Metropolitana a partir del 24 de noviembre.

Las elecciones para la Gobernación Metropolitana tendrán una segunda vuelta luego de que Claudio Orrego no alcanzara el 40% de los votos necesarios para asegurar su reelección en la primera instancia. El actual gobernador, que compite como independiente con el respaldo de los partidos de gobierno, obtuvo el 38% de las preferencias, mientras que su principal contendiente, Francisco Orrego, militante de Renovación Nacional (RN), logró un 28% de los votos.

Ambos candidatos deberán enfrentarse nuevamente en las urnas el próximo 24 de noviembre, en lo que será una contienda decisiva entre el oficialismo y la oposición para definir quién gobernará la región más poblada del país.

Reacciones tras la primera vuelta

Pese a no ganar en primera vuelta, Claudio Orrego celebró su ventaja y reconoció que la fragmentación del voto, con ocho candidatos en competencia, hacía difícil obtener la victoria directa. «Lo importante es ganar la guerra, y eso será en la segunda vuelta«, expresó Orrego, confiando en obtener el respaldo necesario para retener el cargo. El actual gobernador también felicitó a los alcaldes electos de distintos sectores políticos, destacando el espíritu democrático del proceso.

Por su parte, Francisco Orrego, representante de la derecha y la coalición Chile Vamos, se consolidó como el principal rival del oficialismo en esta elección. Su avance hacia la segunda vuelta representa una oportunidad para la oposición de reconquistar la gobernación de la región Metropolitana, un cargo clave en la administración territorial.

Una elección clave para la política regional

La segunda vuelta del 24 de noviembre será determinante para ambas coaliciones, ya que la región Metropolitana es una plaza política estratégica con influencia nacional. Además, esta elección pondrá a prueba la capacidad del oficialismo de mantener su liderazgo en medio de un escenario competitivo, y medirá el avance de la derecha tras consolidar a Francisco Orrego como una figura fuerte dentro de la oposición.

Con la gobernación en juego, ambos candidatos intensificarán sus campañas durante las próximas semanas para asegurar el apoyo de los electores que respaldaron a los otros candidatos en la primera vuelta.