El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, llegó este domingo 23 de abril a Taiwán en una visita que busca fortalecer los lazos con la isla autogobernada, un gesto que ha generado la ira de China. Imágenes del recibimiento, divulgadas por el gobierno taiwanés, muestran a Giammattei acompañado del ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, al aterrizar en el Aeropuerto Internacional Taoyuan. Guatemala es uno de los pocos países que todavía mantienen reconocimiento formal de la soberanía taiwanesa, una situación que se ha vuelto cada vez más precaria frente a la creciente presión de Pekín por aislar a Taiwán en el ámbito internacional.

Durante su visita que se extenderá hasta el jueves, Giammattei tiene programado dirigirse al Congreso taiwanés y participar en un evento de promoción del café guatemalteco. Antes de iniciar su viaje, el presidente guatemalteco hizo énfasis en la importancia de que los países tengan el derecho a autogobernarse, un mensaje claro en un momento de creciente tensión geopolítica en la región. Sin embargo, esta visita no ha pasado desapercibida para el gobierno chino, que ha advertido al mandatario guatemalteco sobre las consecuencias de sus decisiones diplomáticas.

Pekín ha reaccionado con desdén hacia el acercamiento de Giammattei a Taiwán, acusando a Guatemala de «no ayudar a los malhechores» y de actuar en contra de la «tendencia global». Estas declaraciones son parte de la estrategia de China para mantener su influencia sobre los países de América Latina, donde ha tratado de persuadir a las naciones para que abandonen su apoyo a Taiwán. A lo largo de los años, varios países en la región han cambiado su reconocimiento hacia Pekín, debilitando las posiciones diplomáticas de Taipéi.

El contexto de esta visita se agrava con la reciente escala de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, en Estados Unidos debido a su gira por Guatemala y Belice, los dos únicos aliados que quedan en América Central tras la reciente alianza de Honduras con China. La reacción de Pekín ante estas situaciones ha sido intensa, incluyendo ejercicios militares alrededor de Taiwán como forma de intimidación. La política de alineaciones diplomáticas en América Latina se ha transformado en un campo de batalla entre las aspiraciones de Taiwán y las estrategias de expansión de China.

El futuro de las relaciones de Taiwán con otros aliados, como Paraguay, se encuentra en un estado incierto dado que el candidato opositor Efraín Alegre ha manifestado que reevaluará el reconocimiento a Taiwán si es elegido. La situación actual refleja la complejidad de las dinámicas internacionales y cómo los movimientos de países pequeños pueden tener repercusiones significativas en el equilibrio de poder global. A medida que la presión sobre Taiwán aumenta, la postura de Guatemala, solidificando su relación con la isla, puede ser vista como un acto de desafío en un panorama geopolítico en constante evolución.