Cada año, miles de chilenos buscan cumplir el sueño de la casa propia. El camino más común para lograrlo es a través de la búsqueda de casas y departamentos nuevos, pero no siempre se considera aventurarse a construir una casa en un terreno, ya que se considera algo más complejo. Sin embargo, con la llegada de las casas prefabricadas el asunto se ha vuelto más sencillo y trae consigo una serie de beneficios.
En la actualidad, el primer objetivo de quienes buscan avanzar en su adultez es conseguir un lugar donde vivir. Esto muchas veces para poder independizarse de sus padres. En esa búsqueda, muchos visitan proyectos de casas y departamentos nuevos, sin considerar una alternativa: la construcción de una vivienda desde cero. Con la aparición de las casas prefabricadas y modulares, todo este asunto se ha vuelto más sencillo.
“En Chile, dependiendo de la ubicación y cantidad de metros cuadrados, el valor por un terreno puede ir desde los $10 millones, hasta sobrepasar los $100 millones. Si a esto se le suma el valor de una casa prefabricada, que parten desde el millón, al final el costo total por todo es mucho menor que el de comprar una vivienda nueva”, explican desde Casas Val, empresa chilena que comercializa varios modelos de casas prefabricadas.
Entonces, ¿es beneficioso invertir en una cabaña o casa modular? Lo cierto es que si se tiene cuidado al momento de elegir el terreno y el tipo de vivienda que se comprará, existen una serie de ventajas. Todo esto enfocado en construir una casa desde cero, analizando bien las necesidades antes de finalizar la compra.
Elegir el lugar donde estará
Una de las grandes ventajas de optar por una casa prefabricada o una casa modular, es que es posible seleccionar el lugar exacto en donde se instalará. En este sentido, hay muchos terrenos disponibles en todo el país, con precios que van desde los $10 millones en adelante. La gran mayoría están ubicados en sitios más alejados de las grandes ciudades. Al parecer esto no es un problema para el chileno de hoy, menos con la pandemia aún presente.
Según un estudio realizado por Telefónica I+D, Cisco y el Instituto de Data Science de la Universidad del Desarrollo, 400 mil santiaguinos se fueron de la Región Metropolitana para vivir en lugares más apartados. Factores como el teletrabajo y la asfixiante calidad de vida de la capital, ha influido en esa decisión.
“Antes de comprar cualquier terreno, recomendamos fijarse en qué tan sólido es el suelo. Esto debido a que en terrenos arcillosos o arenosos es más complejo instalar cualquiera de nuestros modelos de casas prefabricadas”, aconsejan desde Casas Val.
Seleccionar el modelo más bello según los gustos personales
Otro factor que puede motivar a invertir en la construcción de viviendas desde cero, es que los compradores pueden invertir en el modelo de casas que más les acomode y les guste. En el mercado hay una gran cantidad de opciones y precios para todos los bolsillos.
Por ejemplo, en Casas Val, la opción más económica que tienen son sus cabañas de madera prefabricadas de 20 metros cuadrados, con un valor desde $1.200.000. Sin embargo, hay otros modelos más elaborados que incluso emulan el estilo de los palafitos ubicados en Chiloé. Una casa modular de ese estilo parte en los $6 millones.
Su alternativa más costosa es su modelo de casas prefabricadas Luppi. Esta parte en los $28 millones, debido a su amplio espacio de 140 metros cuadrados, que incluye 3 dormitorios y dos baños. Sin embargo, todos los modelos pueden ser ajustados a las necesidades del comprador, indican desde Casas Val.
Traslados de casas modulares
La principal característica que diferencia a las casas prefabricadas de las casas modulares, es en donde se hace la construcción final de la vivienda. En el primer caso, son elaboradas en un taller o fábrica, para luego ser trasladadas por completo al lugar en donde se ubicarán. Para el caso de las cabañas modulares, se fabrican a través de módulos. Estos son trasladados en piezas hasta el lugar definitivo en donde serán unidos para transformarse en una casa.
Según esto, las casas modulares tienen la ventaja de poder ser trasladadas de un lugar a otro por sus dueños. Por ejemplo, si tras un tiempo de vivir en un sitio se aburren por motivos como la calidad de vida o la llegada de vecinos molestos, los propietarios pueden desarmar sus casas por módulos y ubicarlas en otro lugar.
Tiempo de construcción reducido
Por último, desde Casas Val señalan que hay un aspecto que no se puede olvidar y que tiene que ver con el tiempo de construcción de las viviendas: “Para una casa común, los tiempos de construcción pueden durar hasta un año o más. En el caso de las casas prefabricadas, su instalación es muy corta y dependiendo de otros factores como instalaciones eléctricas y de agua, puede llegar a los 3 meses o un poco más”, agregan.